Smart: Prueba en carretera

Despues de constatar en el anterior artículo de la prueba que el Smart Fortwo es probablemente el automóvil mejor preparado para su uso en ciudad, intentamos sacarlo de su habitat natural moviéndonos por carreteras, principalmente autovías y autopistas, para comprobar que tal se mueve fuera de la urbe.

El Smart nos demostró que contrariamente a lo que podamos pensar a priori, se trata de un automóvil que se mueve con soltura en este territorio aunque sí que presenta numerosas carencias que le impiden ser un automóvil idóneo para su uso continuado en carretera.

Aunque el Smart que tuvimos la oportunidad de probar viniese equipado con un motor de gasolina atmosférico muy pequeño (999 cc y 71 cv) pensado para trayectos urbanos, es capaz de incorporarse con seguridad a una autovía y alcanzar en un tiempo razonable los 120 km/h, el máximo legal en este tipo de carreteras, no obstante para ello tendremos que estirar bastante las marchas y pisar el acelerador a fondo.

Circulando a velocidades legales el ruido en el habitáculo no es demasiado molesto, incluso teniendo en cuenta que la unidad que probamos es un Smart Cabrio con techo de lona. El motor instalado en la parte inferior detrás de los asientos está bien aislado y en concreto este motor de gasolina no es demasiado ruidoso en un regimen de revoluciones medio-bajo.

Una de las carencias más importantes del Smart en carretera la encontraremos al intentar realizar un adelantamiento, ya que se hace imprescindible reducir a cuarta velocidad obligando al motor a revolucionarse en exceso y como consecuencia de esto se eleva el ruido del motor de forma importante. De todas formas en autovía si nos cambiamos de carril para adelantar con suficiente antelación como para no molestar a ningún otro conductor que circule por el carril izquierdo no será necesario reducir a cuarta y en carreteras nacionales con un carril por sentido directamente ni se me ocurriría realizar un adelantamiento más allá de esquivar un tractor o un grupo de ciclistas.

No nos dejemos engañar por las dimensiones de este pequeño city-car, el habitáculo del Smart es tan cómodo o más para el piloto y su acompañante como lo pueda ser el habitáculo de cualquier utilitario de 4-5 plazas del mercado, de hecho las dos plazas tan espaciosas, el puesto de conducción elevado y los comodisimos asientos que se incluyen con el equipamiento Passion superan en confort a la mayoría de éstos.

Otra de las carencias del Smart en carretera es la sensación de inestabilidad que se tiene circulando a 120 km/h por carreteras ligeramente bacheadas o con viento lateral, sin llegar en ningún momento a ser peligroso pero sí transmitiendo cierta incomodidad al conductor. Esta sensación de inestabilidad se debe a su peso pluma de apenas 865 kg (en vacío), aunque en carreteras bien pavimentadas y con ausencia de viento lateral se mostró muy estable y sin nada que envidiar a utilitarios de mayor tamaño.

Pese a que en todo momento estemos hablando de velocidades legales, en torno a los 120 km/h de marcador (por encima de los 110 km/h reales), el Smart Cabrio de 71 cv que probamos es capaz de superar los 145 km/h aunque en este coche todo lo que sea superar los 120 km/h me parecería excesivo.

Por otro lado si alguien estuviera pensando adquirir un Smart para hacer viajes largos y circular a diario bastantes kilómetros por autovía, no creo que este coche se adapte a sus necesidades, ya que además de estos defectos puntuales que he comentado tendría que tener en cuenta que la vida útil de estos motores tan pequeños de apenas 1 litro de cilindrada es ligeramente inferior a la de los motores de mayor cubicaje que montan otros utilitarios de mayor tamaño.

CONCLUSIÓN:

En definitiva, el Smart no es el automóvil que elegiría para circular habitualmente por autovías y autopistas ni para realizar un viaje largo, pero tampoco pretende serlo.

En nuestras pruebas realizamos trayectos cortos por autovía de como máximo 70 km y nos demostró que el Smart está sobradamente preparado para éste cometido, no obstante sigue siendo un automóvil creado por y para la ciudad aunque como tambien ha quedado demostrado en este artículo se puede desenvolver eficazmente por autovías y autopistas.