Mercedes-Benz 600 Pullman

Si hay algo que pueda definir la trayectoria de Mercedes Benz es el lujo, y es que a lo largo de su historia ha conseguido cautivar a los más dispares compradores con un gran poder adquisitivo, que buscan en un automóvil algo más que el sentido práctico de servir como medio de transporte.

Uno de los vehículos más lujosos y más increibles de la marca alemana, ha sido sin duda la limusina Mercedes 600 Pullman, un mastodóntico coche de lujo que tuvo propietarios tan conocidos y tan diferentes entre sí como John Lennon, dictadores como Tito, en Yugoslavia, Mao Zedong en China, y el papa Pablo VI.

Lujo y exclusividad

En los años 50 Mercedes se dio cuenta de que la motivación de adquirir un MB 300 para muchos de sus compradores era el lujo y la exclusividad. Por eso mismo se pusieron manos a la obra para fabricar un auténtico automóvil de lujo que se convirtiera en el buque insignia de la marca.

El nuevo MB 600 fue presentado por primera vez en el Salón de París en Octubre de 1963, y consiguió atraer la atención de todo el mundo y atemorizar a sus competidores más directos como Rolls Royce y Cadillac.

Estaba claro que cualquiera que fuese en esta increible berlina, era alguien importante, y es que esta limusina rebosaba lujo por los cuatro costados, desde el exterior con la impresionante longitud y el gran porte de ese automóvil, sus cromados, sus pasos de rueda, sus defensas… hasta su interior con un espectacular trabajo en madera, cuero y piel, y con todos los detalles cuidados al máximo para el confort de sus ocupantes.

Sistema Hidráulico

Uno de los detalles más increibles del Pullman era su sistema hidráulico que se integró en todos los sistemas que requerían movimiento como elevalunas, ajustar la altura de los asientos, la apertura automática de puertas, techo solar… y todo ello con el mínimo ruido y el máximo confort para sus ocupantes.

Motor y suspensiones al servicio del confort

Otra de las peculiaridades de este mastodonte eran sus suspensiones neumáticas sobre cojines de aire, algo que tambien trajo problemas a algunos de sus compradores que veían aterrorizados como su impecable limusina estaba reposando sobre el suelo tras haberse roto su suspensión.

En cuanto al motor, el elegido fue un V8 de 6,3 litros que desarrollaba unos 400 cv de potencia, pero si hay algo que le importaba más que nada a Mercedes en esta limusina era el confort, el silencio y la suavidad, y esto fue algo que tampoco descuidaron en su motor.

Versiones

El Pullman se presentaba en dos distintas versiones de cuatro y seis puertas respectivamente, puertas que por cierto, como comentaba anteriormente, se abrían automáticamente mediante el sistema hidráulico.

Además se hicieron las versiones Landaulet que permitían retirar parte del techo, con versiones de techo corto y techo largo, que permitían descubrir una parte de éste facilitando la visión de sus ocupantes desde fuera, algo importante para los fastuosos desfiles de algunos de sus propietarios.

Se llegaron a fabricar 2677 unidades hasta 1981, año en el que salió la última unidad de las fábricas de Mercedes-Benz.

Una muestra de lo que significaba esta increible limusina la podeis ver en esta escena de Falcon Crest